16. 🕳️ DE MIÉRCOLES ROJO A MI VIERNES NEGRO
Cómo una margin call casi me rompe la vida… y el alma
📉 Los contratos vencen los viernes.
Y aquel viernes lo viví como una agonizante ejecución en cámara lenta.
Desde el miércoles 2 de abril, mi cuenta sangraba. El viernes a las 22:00 me dejaron solo con mi deuda y mi vergüenza.
⚠️ ESTE POST NO VA SOLO DE OPCIONES.
Este post va sobre ansiedad.
Va sobre mirar una cuenta llena de números rojos sin saber qué significan.
Va sobre no saber ni qué es “rolar”, ni cómo cerrar una posición.
Va sobre sentir que te han asignado 2.200 acciones y no sabes ni por dónde empezar a huir.
Va sobre culpa. Silencio. Y una sensación de desastre inevitable.
Y, sobre todo, va sobre esto:
Sentir que si hubieras sabido cinco minutos antes lo que hoy sabes, todo podría haber sido diferente.
📽️ Como el final de The Mist, de Stephen King:
SPOILER ALERT: Si no has visto la película, ¡sáltate el siguiente párrafo!
Ese momento brutal en el que el protagonista mata a su familia pensando que los monstruos los van a devorar,
y justo después… aparece el ejército.
Todo estaba solucionado. Solo tenía que haber esperado un poco más.
Pero ya era tarde. Irreversible.
💥 Así me sentí yo cuando, semanas más tarde, en el curso de Locos de Wall Street, descubrí lo que era rolar.
Y que si lo hubiera sabido, habría podido salvarme de la ruina.
Pero no lo sabía. Nadie me lo había explicado.
Y tomé decisiones con la niebla en la cabeza y el miedo en el corazón.
😵💫 DEL MIÉRCOLES A LAS 22:00 AL VIERNES DEL INFIERNO
Crónica íntima de una margin call infernal, sin plan, sin red protectora, sin nadie
📉 MIÉRCOLES — PRIMER AVISO
Son las 15:47h.
TQQQ se está desplomando.
Mis opciones están todas en rojo. Y yo tengo 22 PUTs vendidas.
¿Por qué tuve que 22?
La pantalla empieza a sangrar.
TQQQ cae como si le hubieran disparado en las rodillas.
Rojo por todas partes.
Miro la cuenta… y ya no sé si estoy viendo números reales o una pesadilla gráfica.
Mi margen está al límite. Las opciones que vendí se están convirtiendo en sentencias de muerte.
Pero me digo:
“Aguanta. Esto rebota. Siempre lo hace, ¿no?”
Y apago el ordenador.
Como si no verlo lo hiciera menos real.
🧨 JUEVES — SIN DORMIR, SIN RESPUESTAS
Despierto empapado. Miro mi cuenta.
Todo está en rojo.
Googleo:
“¿Qué pasa si me asignan 2.200 TQQQ y no tengo $132.000?”
Las respuestas no ayudan.
Youtube me ofrece sonrisas de youtubers que dicen que puedes jubilarte haciendo la rueda de las opciones.
Yo solo quiero gritar.
Llamar a alguien.
A nadie.
¿Cómo explicas esto sin parecer un idiota?
📉 15:00h — abre el mercado.
No quiero abrir la app de IBKR.
Pero lo hago. Obvio que lo hago.
Mi cuenta está hundida. La línea de “equity” ya ni se ve, y la barra de margen parece una vela derretida.
No sé qué hacer.
No sé rolar. No sé cerrar. No sé respirar.
Googleo: “qué hacer si te asignan opciones put” — no entiendo nada.
Youtube: un gringo sonriente me dice que puedes vivir de las opciones.
Quiero vomitar.
No puedo contarle esto a nadie.
¿Cómo le explicas a tus amigos que perdiste más dinero del que tienes en algo que no entienden? Las personas normales no entienden de opciones.
¿Cómo le dices a tu familia que estás atrapado en un lío de derivados financieros con nombres en inglés?
No puedo. Así que me lo como con patatas.
😵💫 JUEVES NOCHE — EL VACÍO
22:00 h. El mercado cierra.
Yo no.
No puedo comer.
No puedo pensar.
El cuerpo vibra. Siento la vergüenza financiera como una losa.
Así que me lo como con patatas.
23:18h.
No he cenado.
He intentado dormir. No puedo.
Todo mi cuerpo tiembla.
Tengo 22 PUTs vendidas. TQQQ ha seguido cayendo. La asignación es inminente.
Y cuando me asignen... no tengo el dinero.
Me siento como un estafador a punto de explotar.
Pero no a otros.
A mí mismo.
🔔 VIERNES — EJECUCIÓN A LAS 22:00
Durante la tarde, reviso la pantalla cada media hora.
Nada mejora.
17:02h. Última sesión. Quedan cinco horas para el cierre.
En mi cabeza, imaginar la campana final del mercado suena como el disparo en un duelo del oeste.
Tengo miedo.
Y no sé qué estoy esperando.
¿Un milagro? ¿Una subida loca de TQQQ? ¿Un Dios griego con toga que venga a rescatarme de mis propias decisiones?
Nada de eso va a pasar.
Estoy solo, frente a una pantalla de un gráfico que se desploma.
Ni siquiera tengo un perro al que abrazar.
Viernes, 21:58h.
Dos minutos para el cierre. Mi corazón se para, un mensaje de IBRK:
📩 “Asignación de opciones.”
2.200 TQQQ a $60 = $132,000
Y yo no tengo ni de lejos ese dinero.
Toca vender todo. Pedir crédito. Vaciar los ahorros.
Espera, ¿qué ahorros? ¿Los que ya usé para cubrir las pérdidas de AppLovin?
Aquellos 2.200 dólares que ganaba vendiendo una PUT ahora me parecen un mal chiste contado por un demonio borracho
Empiezo a reír.
No una risa normal. No.
Una risa que sube desde el estómago, áspera, quebrada, seca.
Una risa que no es mía.
Una risa que se burla de mí.
Una risa que suena como un eco en una caverna llena de monstruos invisibles.
Y ahí, frente a la pantalla,
con la cuenta rota y los ojos enrojecidos,
entiendo que he cruzado una línea.
Que algo en mi mente se ha desprendido.
Como un diente flojo, como un tornillo oxidado, como el juicio de un hombre enajenado frente al abismo.
Y el abismo...
me devuelve la sonrisa.
Y ahí, justo cuando suena la campana de cierre, me doy cuenta:
Estoy roto.
No por el dinero.
Sino porque hice todo esto sin entenderlo,
sin red de seguridad,
sin guía,
sin ayuda.
Llamo a mi ex. No sé por qué. No contesta.
Lloro en silencio. No por el dinero. Por la vergüenza.
Por haberme metido en esto sin entenderlo. Por pensar que podía jugar con fuego sin quemarme.
Por sentir que nadie puede entender este tipo de ruina.
💔 LA DEPRESIÓN POST-MARGIN CALL 🖤
No hay campana que te salve después del viernes.
La semana siguiente:
No duermes
No comes
No hablas
Te preguntas cómo pasaste de ganar $2.200 con una PUT de APP…
… a perder la cabeza con 22 PUTs de TQQQ.
Y entonces llega el silencio.
El peor de todos:
el que suena cuando el mercado cierra y te quedas solo con el desastre.
Y ahí empieza todo.
Porque lo peor no es la pérdida de dinero.
Lo peor es el silencio después.
Cuando se apagan las pantallas.
Cuando el mercado cierra.
Y tú te quedas ahí, solo, con la cuenta rota, la autoestima por el suelo y la mente girando como un centrifugador de culpa.
No duermes. No comes. No hablas.
¿Y sabes qué es lo más jodido?
Que todo eso… lo hiciste tú.
🧠 LA LECCIÓN
Nadie te prepara para esto.
Pero esto pasa.
Pasa cuando crees que entendiste lo que era vender una PUT.
Pasa cuando multiplicas sin medir.
Pasa cuando no tienes con quién hablarlo.
Por eso este blog existe.
✅ ROOKIE RULE
“Si el mercado te obliga a aprender algo a gritos, probablemente debiste haberlo aprendido en silencio antes.”
😵💫 Y ENTONCES PASÓ…
Me vi con la obligación de comprar 2.200 acciones de TQQQ a $60 cada una.
📉 Eso son $132,000.
💼 Yo no tenía ni por el forro ese dinero.
💳 Así que... empezó la caza desesperada de liquidez:
Cuentas secundarias
Ahorros
Llamar a mamá
Y algo que nunca pensé hacer…
Pero eso...
🧨 te lo cuento en la próxima entrega
💬 ¿Alguna vez te comiste una semana entera de ansiedad y miedo sin poder compartirlo con nadie?
💬 Cuéntamelo en los comentarios.
🔁 Comparte este post con alguien que esté vendiendo PUTs sin saber rolar.
Tal vez le salves más que la cuenta.
Este post refleja mi experiencia personal. No es una recomendación de inversión. Seguramente ya he perdido dinero al momento de publicarlo. 😅
Espero ansioso la continuacion de la historia!