Disclaimer: Este post refleja mi experiencia personal. No es una recomendación de inversión. Seguramente ya he perdido dinero al momento de publicarlo 😅. Todo el contenido de este blog tiene un propósito de entretenimiento, y bajo ninguna circunstancia debe ser considerado asesoramiento financiero o de otro tipo.
✨ Te prometen libertad financiera y un Lamborghini. Pero lo que no te cuentan es que, en medio de una bajada del mercado, a las 3 de la mañana, lo único que escuchas es tu respiración agitada y el zumbido del ventilador. Y no tienes ni con quién compartir el susto.
🤦♂️ EL ERROR:
Creer que el camino del trader de opciones se recorre solo.
🤔 LA SITUACIÓN:
Yo, Alen, masoca financiero por pasión.
Empecé a operar opciones con una idea muy peliculera del "lobo solitario del mercado". Ninguno de mis colegas sabía lo que era una covered call. Mis amigos del curro apenas entienden qué es un ETF. Y ni te cuento lo que pasa cuando les digo que "me han asignado una put justo después de earnings". Me miran como si estuviera hablando en klingon.
Así que el día que Interactive Brokers me pegó el susto del siglo (“Liberation Day", palabras que me quedan grabadas como trauma financiero en mi sistema nervioso), me lo comí solito.
🙈 LAS CONSECUENCIAS:
Estrés nocturno estilo guerra de Vietnam.
Sensación de aislamiento brutal.
Ganas de tirar el ordenador por la ventana cada vez que el SP500 decide hacer breakdance.
La soledad del trader no es solo un cliché: es una de las grandes amenazas psicológicas del oficio. Según el artículo "La soledad en trading", (y muchos otros que he estado investigando esta semana) esta actividad, especialmente en su vertiente retail, está marcada por largas horas de concentración individual, incomprensión del entorno social y ausencia de apoyo emocional.
Muchos traders sienten que nadie en su entorno comprende lo que hacen. Esa falta de comprensión dificulta compartir tanto los logros como las derrotas. Sin un entorno que les dé feedback, los traders minoristas quedan atrapados en sus propias ideas, fomentando sesgos cognitivos como el “confirmation bias” o decisiones impulsivas por fatiga mental. Y cuando viene el drawdown, no hay jefe, ni compañero, ni mentor que te saque del pozo.
Además, la literatura psicológica señala que la combinación de soledad y presión financiera constante incrementa el riesgo de ansiedad, frustración crónica y burnout. La represión emocional es frecuente: muchos intentan aparentar estoicismo, pero acaban explotando. Un mal trade puede convertirse en una crisis de confianza cuando llevas semanas sin hablar con nadie que entienda tu realidad.
💔 TESTIMONIO PERSONAL EXTENDIDO:
Casi con toda seguridad —a excepción de nuestros amigos íntimos— ninguna otra persona conocerá en realidad nuestra actividad ni comprenderá nuestra forma de actuar y pensar. Esa frase, que podría abrir un diario secreto escrito a las tres de la mañana, no la escribí yo, pero podría haberla firmado con sangre.
Porque eso es el trading cuando lo haces solo: una mezcla de épica y encierro. Una danza entre el poder de decidirlo todo y el castigo de tener que cargar con cada error sin testigos, sin respaldo, sin red.
Yo lo viví. No una vez, sino muchas. Lo viví un lunes cualquiera, cuando abrí una put sobre una compañía sin mirar el calendario de earnings. Lo viví cuando Interactive Brokers me asignó 2.200 acciones que no quería, en el peor momento posible. Pero más que el golpe financiero —que escuece—, lo que más dolía era el silencio. Ese después. Esa habitación en la que no hay nadie que entienda lo que te acaba de pasar.
En un trabajo “normal”, después de una cagada puedes levantar la cabeza y decir: “Hostia, qué marrón, ¿me ayudas a ver qué hago?”. Pero en el trading, lo único que te devuelve la mirada es el gráfico. Y no, el gráfico no abraza.
Según algunos de los artículos que he leído sobre la psicología del trading, en la vida de muchos traders hay días en los que uno opera desde casa nueve horas seguidas, sin ver un alma. Días en los que ni siquiera abre la boca. Ni una palabra en todo el día. Uno puede volverse una sombra con cafeína y ojeras, un ente frente a la pantalla, que pulsa botones sin saber si se está haciendo rico o desmoronando por dentro.
Esta semana leí en un foro: “Mi marido me escucha hablar de mis trades, pero no tiene forma de entenderlo todo. Me siento muy sola porque nadie a mi alrededor comprende la lucha de aprender y seguir creciendo en trading”. Me sentí super identificado. Es lo mismo que me estaba pasando a mí. ¿Cómo explicas a alguien que llevas tres semanas estudiando sobre opciones, y que tu mayor alegría ha sido que te expiró una put sin valor? ¿Cómo le cuentas a tu madre que no puedes ir a cenar este viernes porque ese día expiran cinco contratos que podrían dejarte atrapado en una asignación no deseada?
No puedes.
O no quieres.
El dolor del fracaso es doble cuando ni siquiera tienes a quién contárselo.
Esa es la trampa del trader solitario: la independencia absoluta es una jaula dorada. Tú decides todo, sí. Pero cuando el SP500 decide hacer submarinismo, no hay nadie que te pase un pañuelo para llorar. No hay jefe, no hay colega, no hay conversación en la máquina de café. Solo tú. Tú y esa sensación de que quizá te has metido en algo más grande que tú.
Y sin embargo... aquí seguimos.
Porque hay algo adictivo en esto. Porque una parte de ti quiere ese silencio, quiere demostrar que puede con todo. Pero llega un momento —y lo digo con el corazón en la mano— en que la soledad no es épica, es simplemente demasiado.
Y lo peor es que empezamos a normalizarlo. Reprimimos. No decimos que estamos asustados, ni que no entendemos qué estamos haciendo, ni que la volatilidad implícita nos tiene los nervios rotos. Fingimos que estamos bien. Que tenemos un "sistema". Que "todo forma parte del plan". Y así, poco a poco, se acumulan las emociones no expresadas como si fueran dinamita.
Hasta que un día, explotas.
No con una gran escena. No. Explotas de forma silenciosa: dejas de querer abrir la plataforma, dudas de cada decisión, pierdes la motivación. Entras en burnout. Como un coche que ha corrido demasiado tiempo sin aceite. Como un corazón que ha querido ser de piedra, tras varias rupturas sentimentales, pero que acaba rompiéndose de verdad.
Y lo más jodido es que todo esto no se ve desde fuera.
Desde fuera pareces alguien que juega con números, con gráficas. Un tipo inteligente, metódico, que hace 'trading'. Pero por dentro, eres un gladiador herido que no puede bajar del coliseo porque no hay nadie que le sustituya.
Y sin embargo, no todo está perdido.
¿Sabes qué me sacó de ahí? Escribir. Este blog. Este rincón de internet donde puedo decir que a veces no tengo ni puta idea de lo que hago. Donde puedo contar que he llorado después de una mala operación. Que he sentido miedo. Que he querido dejarlo todo.
Y sobre todo, donde puedo leer que otros también lo sienten. Que no estoy loco. Ni solo. Ni condenado a estarlo.
Alguien en un foro dijo: “¿Que si el trading es solitario? Sí, pero es mi pasión y no lo cambiaría”. Y lo entendí. No se trata de renunciar. Se trata de dejar de fingir que no nos afecta.
Por eso, si estás leyendo esto y te has sentido igual —si has sentido ese nudo en el pecho, esa fatiga, esa tristeza sin nombre que nadie a tu alrededor comprende— quiero decirte que no estás solo.
Estoy contigo.
Y no solo yo. Hay miles como nosotros. Que aman el trading, pero odian el vacío que a veces conlleva. Que quieren ganar, pero no a costa de su salud mental.
No tienes que llevar esta mochila tú solo. Busca tu tribu. Únete a un grupo. Habla. Comparte. Llora si hace falta. Porque el mercado no se va a preocupar por ti. Pero las personas sí podemos hacerlo.
Y si no sabes por dónde empezar, empieza por los grupos de Telegram. En serio. Aunque muchos senseis de las opciones solo quieran venderte sus cursos milagrosos, hay algo que sí hacen bien: crear comunidad. Y eso, cuando estás solo en la mierda, vale más que cualquier estrategia ganadora de opciones.
Leer a otros compañeros contando que ellos también lo pasaron mal tras su Liberation Day me ayudó más que cualquier análisis técnico. Me devolvió humanidad. Me hizo sentir parte de algo.
Los psicólogos siempre hablan del poder de los grupos de apoyo mutuo. En terapia de adicciones, en salud mental, en trauma: la comunidad salva. El "a mí también me pasó" dicho a tiempo puede ser más terapéutico que cualquier manual de trading. Por eso, si estás al borde, busca una voz amiga. Hay grupos donde la gente se entiende sin juzgar, donde la cagada del viernes se comparte con humor, y donde nadie te pide tu PnL para darte cariño.
Así que, si no puedes más, no te encierres. Únete. Escribe. Aunque sea solo para decir: “Hoy fue un día de mierda”. Muchos entenderemos lo que quieres decir.
🐝🍯🐝The Beekeeper y otras tragedias financeras reales
La película The Beekeeper comienza con una escena devastadora: una mujer mayor, víctima de una estafa financiera, pierde todos sus ahorros, las pensiones y los fondos de una ONG que gestionaba. Incapaz de afrontar la magnitud de la pérdida y la traición sufrida, decide quitarse la vida.
Aunque esta trama pueda parecer extrema o lejana, refleja una realidad más común de lo que pensamos.
Un caso especialmente impactante es el de Alexander Kearns, un joven de 20 años en Estados Unidos que se suicidó tras ver un saldo negativo de 730.000 dólares en su cuenta de trading en la plataforma Robinhood. Más tarde se descubrió que se trataba de un error temporal, pero el daño ya estaba hecho.
En España, durante la crisis económica de 2008-2014, se registraron numerosos suicidios relacionados con desahucios y pérdidas económicas. Casos como el de José Miguel Domingo, que se ahorcó en Granada horas antes de ser desahuciado, o el de Amaia Egaña, que se arrojó por la ventana de su vivienda en Baracaldo al recibir la orden de desahucio, son solo algunos ejemplos de cómo las dificultades económicas pueden llevar a situaciones límite.
Estos hechos subrayan la importancia de abordar la salud mental y la estabilidad financiera como aspectos interrelacionados. La falta de apoyo emocional puede tener consecuencias trágicas.
Hablar sobre estos temas y buscar apoyo es un paso valiente y necesario.
🎯 ROOKIE RULE:
No operes en soledad. Búscate una tribu antes de que una caída del mercado te coma la cabeza.
📣 ¿Tú también has sentido esa soledad que no se puede explicar con palabras?
👉 ¿Has llorado delante del gráfico o deseado tener a alguien que entienda lo que te pasa cuando el mercado te hace picadillo?
👉 Cuéntamelo en los comentarios. Escríbeme una línea. Una historia. Un suspiro. Lo que necesites soltar.
👉 Este espacio también es tuyo. No aprendamos solos. No suframos solos. Comparte este post con alguien que esté operando en silencio y que, quizá, necesite leer esto hoy.
Links de Telegram
https://t.me/DGIDividendosCrecientes
Ambos canales tienen grupos de Opciones Financieras.
Muy buen artículo, Alen 😊 👏
You're not alone, my friend! 😉
Los grupos de Telegram que recomiendas y en los que también participo son un buen refugio para no sentirse solo e incomprendido, además de ser un lugar excelente para compartir experiencias. Valen su peso en oro.
Noa seguimos leyendo y apoyando por las redes ☺️